Tú y yo, cada uno como somos, con nuestras cualidades y nuestros defectos, nos amamos como debemos y creemos que debemos de hacer. No importa lo que comenten, lo que piensen o dejen de pensar, sus quejas o sus manías no me preocupan, porque tú eres el punto fijo que debo mirar para mantenerme en equilibrio y no derribarme, es decir, si te tengo a tí, lo tengo todo. No me importa más que tú, mi querer y el tuyo.
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